A veces nuestros amigos, por diversos motivos, muestran comportamientos que para nosotros son, aparentemente, incomprensibles. Entre ellos, lo menos agradable que puede hacer es gruñirnos. ¿Qué hacer cuando el perro gruñe al dueño? Vamos a averiguarlo.
Por qué el perro gruñe al dueño
Aquellos que tengan un amigo de cuatro patas sabe bien que la comunicación entre diferentes especies no es siempre una cosa sencilla. De hecho, puede pasar que el perro no comprenda un gesto o movimiento nuestro y que nos responda con un lindo gruñido. Es probable que poco después se sienta culpable y se acerque a nosotros con las orejas bajas para disculparse pero, ¿qué es entonces lo que hace que el perro nos gruña? Digamos que el gruñido de un perro funciona como advertencia. El perro tiene activado un mecanismo de defensa y no será necesario regañarlo o ignorarlo, simplemente deberemos entender el motivo por el que se sintió amenazado y encontrar la solución idónea. No siempre es fácil entender qué hizo que el perro se sintiera incómodo, si el gruñido está asociado con algo evidente, la solución será más fácil. Por ejemplo, si el perro gruñe cuando hay un gato cerca, será probablemente porque se siente amenazado por él. Pero si, por otro lado, el gruñido se dirige directamente a nosotros, podría estar relacionado con un problema de agresividad o jerarquía, En estos casos es útil dirigirse a un experto.
Qué se dispara en la mente del perro cuando gruñe
Si el episodio se presenta con frecuencia, es obvio que el problema merece más atención. Sin duda, existe un problema de comunicación: un gesto que no ha entendido, una postura, un olor … ¿qué se dispara en la mente del perro cuando gruñe? No es posible responder de manera unívoca ya que cada situación es diferente. Lo que es cierto es que el perro se siente amenazado o asustado y al gruñir deja ver su sensación de malestar. En estos casos, es bueno siempre reflexionar y tratar de escuchar el intento de comunicación que el perro hace. Si el perro gruñe mientras come, lo más probable es que quiera manifestar que la comida le pertenece: en este caso lo mejor es dejarlo tranquilo. Si, por el contrario, gruñe en presencia de otro animal, esto puede dejar entrever que está celoso o que quiera protegernos. Si el gruñido está dirigido a un niño, es posible que se sienta irritado por el tono de voz, los gritos o los movimientos bruscos. Cuando el gruñido se dirige directamente al dueño, trata de no regañarlo, sino de calmarlo usando un tono de voz bajo y tranquilo, la relación de confianza mutua es fundamental. No debemos nunca emplear la violencia. Cuando el perro se da cuenta de que no hay nada de lo que preocuparse, correrá a buscar disculpas. ¿Hacemos las paces?