Cómodo y práctico, el pienso es una de las soluciones más populares a la hora de planificar la dieta de nuestros perros. Pero, ¿qué añadirle para que su comida sea más apetitosa? Veámoslo.
Pienso de calidad
Son muchos los motivos para elegir y preferir la comida seca en detrimento de la húmeda. En primer lugar, el pienso seco es más económico y se comercializa en gran formato, que es más barato. Esto no significa sin embargo que se deba escoger el producto más barato: cuando se trata de la alimentación, ¡la calidad debe priorizarse! El pienso es mucho más rico en proteínas y puedes elegir el que más se adapte a tu amiguito peludo. Los hay de todo tipo: desde aquellos para cachorros hasta aquellos para perros de la tercera edad. ¡Existe un pienso adecuado para cada edad! Debemos evitar los piensos de mala calidad. Frecuentemente, el pienso demasiado barato contiene altas cantidades de azúcares y sales, que no es exactamente lo mejor para nuestros perros. Tras el destete, puedes comenzar a darle al cachorro una cantidad adecuada de comida seca, quizás con la ayuda de un poco de agua tibia para reblandecer el pienso. Por supuesto, la comida húmeda resulta más deliciosa y sabrosa para el paladar de nuestros amigos de cuatro patas, por lo que siempre es posible añadirle un poco en su comida.
¿Qué podemos añadir al pienso?
Para hacer el pienso más apetitoso, será suficiente añadir algo sabroso que sin duda hará que nuestro perro acabe en un abrir y cerrar de ojos toda su comida. ¡Ñam! Son cómodas y fáciles de encontrar, son productos húmedos: nos referimos a las latas. ¡Bastará con una cucharadita mezclada en el pienso y la comida está servida! Existen muchas calidades y tipos en el mercado: debemos escoger siempre lo mejor para nuestro perro. Opta por alimentos que contengan tanto proteínas como vitaminas y fibras. Puedes elegir piensos húmedos fabricados a base de pescado o carnes blancas con verduras o frutas. De manera alternativa, también puedes utilizar productos de tu cocina, como un poco de caldo (natural) para añadir al pienso, o carne picada o incluso algunas verduras hervidas. Trata siempre de equilibrar de manera adecuada los ingredientes para evitar estropear la dieta del animal. De hecho, ellos son mucho más delicados que nosotros, por lo que sufren cuando se les hace un cambio drástico y rápido en su alimentación. Siempre es preferible cambiar de una dieta a otra de manera gradual. Por tanto, lo mismo ocurre con los cambios en el pienso: antes de cambiarlo por completo, debemos mezclar el viejo con el nuevo, para que tu mascota se acostumbre a él poco a poco sin que le afecte de manera negativa.