Nuestro perro se rasca, está siempre inquieto, se lame constantemente, se muerde…podría tener pulgas: pequeñas y resistentes, las pulgas son parásitos que se posan en el pelaje del animal y sobreviven chupando su sangre y transcurriendo todo su ciclo vital en el cuerpo del huésped. Son tan resistentes que pueden hasta llegar a infestar nuestro hogar poniendo huevos. Las pulgas de los perros también pueden afectar a los humanos: provocan un picor fuerte y constante, pero también podrían provocar una dermatitis alérgica en aquellas personas más sensibles. Vamos a ver cómo proteger a nuestros amigos de cuatro patas y evitar que los humanos también cojamos pulgas.
Pulgas y humanos
Las pulgas le causan picor al perro. En algunos casos, pueden causar también una inflamación costrosa y pérdida de cabello, pero los efectos también pueden ser más graves y pueden extenderse por todo el cuerpo. Eliminar las pulgas es fundamental no solo para proteger la salud e higiene de nuestro perro, sino también la nuestra.
Los humanos también podemos coger pulgas y presentar síntomas similares a los de los gatos, a saber, enrojecimiento y picazón. Sin embargo, además de la molestia en el momento, las pulgas también pueden causar enfermedades más graves como el tifus marino o la tenia. Es indispensable encontrar un tratamiento capaz de eliminar las pulgas en todos aquellos que las hayan cogido, así como desinfectar el ambiente en el que vivimos. Pero, ¿cómo reconocer si las pulgas de los perros se han transmitido a los humanos? ¿Cuales son los síntomas? En los humanos, las picaduras de las pulgas son una mancha oscura muy pequeña. Alrededor de la picadura, la zona estará enrojecida, un enrojecimiento que desaparecerá únicamente al aplicar presión. A menudo, esta zona también está hinchada. Los humanos cogemos pulgas si éstas han infestado el medio en el que vivimos con huevos. Evidentemente, es fundamental prevenir el ataque de estos parásitos tratando regularmente al perro con antiparásitos específicos -que se deben aplicar durante todo el año- y que protejan a nuestro amigo de cuatro patas de ello.
De existir una infección ya presente, es indispensable actuar de inmediato, tratar a los animales y humanos que han sido mordidos y realizar a continuación una limpieza profunda y desinfección especial en el hogar.