Pequeñas y casi invisibles, las pulgas son unos molestos parásitos que pueden infestar a los perros y causar enfermedades peligrosas (incluso una dermatitis alérgica).
En los climas mediterráneos hay pulgas todo el año, no solo en verano, como se suele pensar. La única forma de proteger a nuestro amigo de cuatro patas es utilizar los antiparásitos adecuados. Proteger al perro es muy importante ya que los huevos también pueden infestar nuestro hogar con mucha facilidad.
Pulgas – dónde viven
Las pulgas adultas viven única y exclusivamente en perros y gatos. Sin embargo, el resto de su ciclo -huevo, larva y pupa- se produce en el medio en el que vive el animal. Las pulgas pueden llegar a sobrevivir hasta un año sin tener un organismo huésped al cual infestar.
Este es el motivo por el que es tan fácil que un perro coja pulgas: es suficiente que pase por un sitio por el que haya pasado un animal con pulgas. No importa si fue semanas atrás, las pulgas han estado de mientras esperando a un animal al que infestar. Las pulgas adultas están particularmente activas entre finales de primavera y principios de otoño, pero en realidad llegan a sobrevivir todo el año, preferiblemente en un ambiente oscuro y húmedo. Es por ello que es fácil encontrarlas en las grietas del suelo, camas, perreras o debajo de las moquetas.
Las pulgas que infestan a perros y gatos se alimentan principalmente de su sangre. Las pulgas adultas miden menos de 5 milímetros y su cuerpo es de color negro-marrón, que se vuelve rojizo después de la ingesta de sangre. Igualmente, posee algo llamado peine genal: una especie de púas que le permiten moverse con facilidad y permanecer bien agarrado al cabello del huésped donde ponen sus huevos.
Signos que delatan la presencia de pulgas en el perro
Las pulgas son bastante difíciles de detectar a simple vista, por lo que no está de más saber cuáles son algunos de los signos que delatan su presencia.
El perro se rasca con mucha fuerza y parece tener un picor constante, especialmente concentrado en la zona de la cabeza, cuello, orejas y espalda.
Puede parecer estar particularmente inquieto, sacudiendo la cabeza, mordisqueándose y lamiéndose el pelo sin parar. Puede que también le observemos calvas y zonas hinchadas, incluso hasta lesiones cutáneas o eritema. Pero, ¿cómo detectarlas? Podemos intentar detectarlas en el pelaje del perro, ya que tendrá puntitos negros en el pelo: en este caso, se las podemos quitar con un peine especial antipulgas. Le peinaríamos el pelo con él de raíz a puntas. Es siempre necesario que el perro esté protegido durante todo el año con el antiparásitos adecuado para él.