Los juegos de resolución de problemas para perros son excelentes ejercicios para involucrar a tu perro en actividades que satisfagan su necesidad de pensar.
¿Qué son los juegos de resolución de problemas?
Los juegos de resolución de problemas son actividades en las que el perro tiene que resolver un pequeño rompecabezas para poder conseguir un premio, algo de comer o un juguete. Son actividades muy satisfactorias para el perro: a muchos animales, de hecho, les encanta hacer un poco de ejercicio mental para conseguir su propia comida, incluso la prefieren a la comida que pueden recibir sin tener que hacer ningún esfuerzo. Por tanto, parecería que a los perros les gusta ejercitar la mente, un poco como lo hacemos nosotros con los crucigramas o las trampas chinas para dedos.
¿Dónde encontrar juegos de resolución de problemas?
Hoy en día es posible encontrar juegos de resolución de problemas, también llamados juegos de activación mental, en cualquier tienda de mascotas: son juguetes en los que el perro debe empujar una palanca, tirar de una cuerda, abrir un cajón, etc, para conseguir un poco de comida. La ventaja de estos juguetes es que están ya listos y no requieren una gran destreza de montaje por parte del propietario; sin embargo, al igual que nuestras trampas chinas para dedos, una vez que el perro ha aprendido a resolver el problema, el juego no requiere ningún esfuerzo mental por parte de nuestro peludo amigo, aunque sigue siendo una diversión agradable para el perro.
Otra forma de proponer al perro juegos de resolución de problemas siempre diferentes puede ser inventar y jugar en casa. No es necesario tener habilidades de bricolaje particularmente sofisticadas: simplemente esconde algunas golosinas en una caja de cartón y deja que el perro las recupere, luego agrega algunos periódicos arrugados o una manta que el perro tendrá que quitar para obtener las golosinas, al final cierra la caja y deja que el perro se las arregle para abrirla, y así sucesivamente. Otra alternativa es la de un simple frasco que perforaremos para que, una vez dentro las golosinas, el perro pueda recuperarlas haciendo rodar el propio frasco. Y éstas son solo algunas ideas: en Pinterest, por ejemplo, puedes encontrar muchas más, ¡solo tienes que ponerte manos a la obra!
Federica Pirrone, Mariangela Albertini, Patrizia Piotti, investigadores de la Universidad Veterinaria de Milán, Italia (UNIMI)