El entrenamiento del perro es un proceso funcional para su feliz y pacífica integración en la familia. De hecho, educar a un amigo de cuatro patas significa enseñarle buenos hábitos para vivir el día a día sin estrés ni molestias de ningún tipo.
Cuando hablamos de entrenamiento, no solo nos referimos a enseñar comandos específicos como «sentarse», «echarse» o «junto», según sea necesario, sino también a la educación de comportamientos correctos para seguir en la vida cotidiana.
Por ejemplo, se trata de acostumbrar al perro a no hacer sus necesidades en casa, relacionarse con otros animales y personas fuera del núcleo familiar, caminar con correa durante un paseo, responder al llamado del dueño o ser un guardián.
Sin duda, cualquiera que elija la compañía y el amor de un perro, ya sea adoptando un cachorro o un adulto, debería ser consciente de que todos los ejemplares, de cualquier raza, deberían ser educados y entrenados.
Finalmente, el entrenamiento del perro es un momento importante de compartir con el humano que ha sido elegido como su punto de referencia, y una valiosa oportunidad para crear un vínculo emocional más fuerte con el amigo de cuatro patas.
Cómo empezar a entrenar a un perro?
El entrenamiento del perro requiere amor, tiempo, constancia y paciencia: estos son, sin duda, los factores que se deben respetar para educar al animal de la mejor manera posible. Entonces, ¿cómo empezar a entrenar a un perro?
En primer lugar, es importante tener en cuenta que para educar a un amigo de cuatro patas no es necesario tener fuerza física, sino habilidad para dar indicaciones de manera correcta y capacidad para comprender su comportamiento. El comportamiento del dueño siempre juega un papel determinante en la formación del carácter y en la educación.
También es fundamental reconocer siempre su progreso y premiarlo con pequeños snacks diseñados para ocasiones especiales. Como resultado, las recompensas, al no formar parte de su alimentación diaria, se asocian correctamente con un momento de gratificación.
Además, para evitar distracciones, es importante que el lugar elegido para el entrenamiento sea tranquilo y aislado, mientras que, para maximizar los resultados, se debería comenzar con lecciones cortas de 5 minutos para aumentar su duración con el tiempo.
Por último, es inútil dar demasiados estímulos al mismo tiempo y esperar que el perro aprenda muchas cosas de inmediato. El dueño debe elegir qué enseñar a su animal y educarlo en una cosa a la vez.