Las perras, a diferencia de la mayoría de los otros cánidos, se reproducen independientemente de las estaciones. El ciclo sexual en la perra suele ocurrir dos veces al año. Las excepciones son los perros más cercanos a las razas de perros primitivas, como el perro lobo checoslovaco y el basenji, que tienden a mostrar solo un celo por año, a principios de otoño.
¿Cuándo aparece el primer celo en las perras?
El primer celo aparece cuando la perra ha alcanzado la pubertad, normalmente entre los 7 y 10 meses. Sin embargo, como regla general, las razas más pequeñas alcanzan la pubertad antes. Por ejemplo, en una caniche hembra, la pubertad comienza a los 6 meses, mientras que en una hembra San Bernardo es más frecuente que esto ocurra alrededor de los 15 meses.
Las fases del ciclo estral de la perra
Las fases del ciclo estral de la perra son 4: proestro, estro, diestro y anestro.
El proestro y el estro tienen cada uno una duración media de 9 días. Sin embargo, el primer proestro y el primer estro en la vida del perro suelen ser más cortos que los siguientes, porque las hormonas aún no están completamente desarrolladas.
El proestro es la fase en la que aparece la pérdida de sangre en la perra, que todos los dueños conocen bien y que si nuestra amiga de cuatro patas no ha sido esterilizada, es una fase que hay que conocer bien.
Con mucha frecuencia, los dueños le preguntan al veterinario: ¿con qué frecuencia menstrúan las perras? Cuando los ciclos son regulares, las pérdidas ocurren más o menos cada 7 meses, y este intervalo aumenta con la edad.
Sin embargo, éstas no son verdaderas menstruaciones, como las que ocurren en las mujeres, porque aparecen antes de que ocurra la ovulación, y no después, como ocurre en las mujeres.
Los perros machos se sienten muy atraídos por una perra en proestro, que a su vez parece muy juguetona: ella corre con el macho invitándolo a jugar y gimiendo suavemente, lo olfatea y lame y, a menudo, hace pis en cuclillas. El macho la olfatea mucho, a lo largo de todo el cuerpo y, sobre todo, en correspondencia con los genitales. La vulva de la perra está agrandada y edematosa en esta etapa.
Aunque indudablemente se siente atraída por el macho, si éste intenta montarla, la perra en proestro reacciona molesta, ladrando y gruñendo, porque, en realidad, aún no está preparada.
El término «celo» a menudo se usa incorrectamente para indicar el ciclo completo de la perra. En realidad, representa solo una fase. Por tanto, no es correcto hablar de las fases del celo en el perro, sino de las fases del ciclo.
Durante la fase de estro, la hembra está mucho más tranquila, permitiendo que el macho la huela y, finalmente la monte. Las pérdidas de sangre, en esta fase, se detienen. Si tu intención no es aparear a tu perra, es fundamental no exponerla a la compañía de los machos en esta etapa, evitando por ejemplo las zonas de perros abarrotadas y, en general, llevándola a pasear con correa y durante las horas del día en que es menos probable que se encuentre con otros perros.
La fase de diestro dura más o menos 75 días. Cuando la perra entra en esta fase del ciclo, deja de ser receptiva al apareamiento y el macho deja de sentirse atraído por ella. Esta situación se mantiene sin cambios incluso en la fase de anestro larga, que tiene una duración media de 4 meses.
¿Cuándo les llega a las perras la menopausia?
Las perras tienen un ciclo normal de hasta 5-7 años. Pero en realidad, el ciclo de las perras no termina nunca por completo. Las hembras entran en celo toda su vida y, por lo tanto, el riesgo de un embarazo no deseado siempre está al acecho.
Es importante saber que …
La atracción mutua entre macho y hembra, ya evidente cuando ésta última está en proestro, lleva a los perros a buscarse. Esto aumenta la probabilidad de que se escapen de la custodia del propietario, tirando de la correa o saltando la valla del jardín.
¿Qué puedes hacer en estas circunstancias?
Seguramente aumenta tu vigilancia y utiliza un localizador GPS como Kippy Evo. En el caso en el que tu perro consiga escaparse, Kippy Evo te permitirá intervenir con prontitud, rastreándolo y, por tanto, ¡recuperándolo en tiempos superrápidos!
Federica Pirrone, Mariangela Albertini, Patrizia Piotti, investigadores de la Universidad Veterinaria de Milán, Italia (UNIMI).