Cómo actuar para salvar a un gato con riesgo de hipotermia
Por lo general, los gatos resisten el frío mejor que nosotros los humanos, en especial porque su temperatura corporal es más elevada, sobre los 38,5°: si el gato está acostumbrado a pasarse el día fuera, seguirá haciéndolo, aunque bajen las temperaturas, aunque volverá a casa cuando haga frío. Sin embargo, hay algunos gatos, especialmente los cachorros, ancianos o algunas razas en particular que, a pesar de su pelaje, sufren con las bajas temperaturas. Pero, ¿cuánto tiempo pueden soportar los gatos el frío?
Hipotermia en gatos – cómo actuar
La temperatura normal de un gato medida por vía rectal es de entre 38 y 39 grados centígrados. Aunque, si hace frío su cuerpo se podría enfriar más. Su temperatura podría bajar a 36 grados, que es cuando hablaríamos de hipotermia. Pero, ¿cuánto tiempo pueden soportar los gatos el frío? Cuando baja la temperatura, las funciones vitales se ralentizan, bajando también las pulsaciones. La frecuencia respiratoria se reduce, el animal se mueve menos y puede que empiece a tener somnolencia, lo que empeoraría la situación.
Lo mejor para hacer entrar en calor al animal es hacerlo trabajar los músculos, lo que produce energía y hace por tanto que su temperatura suba. Sin embargo, no lo podemos hacer durante mucho rato ya que esto hace que el animal gaste mucha energía y oxígeno. El gato no llega a refugiarse en un ambiente cálido y la situación empeora.
La situación empeora cuando el animal para de temblar y se acurruca al frío. Su temperatura desciende rápidamente. Además, cuanto más pequeño es el gato, más elevada será la pérdida de calor. Generalmente, los tremores cesan en torno a los 33 grados. A los 32 grados, las funciones vitales se reducen al mínimo.
Es indispensable intervenir de inmediato. Debemos sumergir al gato en agua caliente a 37 grados o darle calor con un secador de pelo hasta que vuelva a temblar.
Si nos encontramos con el gato en un estado de hipotermia es necesario actuar de inmediato: debemos llevarlo rápidamente a un ambiente caldeado y, de no responder a los estímulos, debemos llevarlo de inmediato al veterinario,
Cómo ayudar a un gato que tiene frío
Si el gato tiene frío, su comportamiento nos lo hará entender: se esconde debajo de la cama, busca meterse debajo de las mantas o se pondrá sobre el radiador. Debemos recordar no dejar la cama en el suelo y, si el gato vive fuera, aumentar la cantidad de comida diaria. Para ayudar a los gatos callejeros en invierno podemos construir una caseta dentro de la cual podemos colocar una manta de lana, agua y comida. En invierno, los gatos se acurrucan debajo de los coches para intentar buscar algo de calor. Es por ello que deberíamos darle un golpe al capó antes de arrancar el coche para que los gatitos se alejen.