Todos los perros descienden de un tipo de lobo ya extinto que progresivamente se ha ido adaptando a la convivencia con los humanos. La ciencia todavía intenta comprender cómo surgieron las primeras «razas» de perros, un proceso definitivamente favorecido por nuestros antepasados incluso sin tener conocimientos de genética. Hoy en día, existen unas 400 razas de perro, número en continuo aumento.
¿Cómo se determina una raza?
Por «raza» entendemos la pertenencia de un perro a un árbol genealógico puro y certificado, en el que algunas características físicas y psicológicas vienen transmitidas a través de la camada. La mayor parte de las razas nacieron en los años 1800, inicialmente por el deseo de emplear a los perros para ciertas actividades concretas (caza, deporte, trabajo, defensa). Después, también por motivos estéticos y de carácter, y, por lo tanto, para obtener animales de compañía. Algunas razas modernas presentan características más antiguas, pero seguramente sean también el resultado de una selección humana.
Las categorías de perros relativas a la raza
Los perros se dividen en primitivos y pedomorfos de grado I, II y III. Los primeros presentan unas marcadas características similares al lobo, tanto estéticas como de carácter. Los pedomorfos de grado I son perros inteligentes e independientes, con predisposición para la caza y perseguir a otros animales. Los pedomorfos de grado II tienen predisposición al juego, a recolectar cosas, son curiosos y les encanta explorar. Los pedomorfos de grado III son perros territoriales, reactivos y ágiles. Como ya hemos mencionado, las razas también se pueden dividir en función de la talla: desde perros toy hasta aquellos de talla gigante. Cabe mencionar sin embargo que algunas razas (como el Poodle, el Dachshund y el Schnautzer) pueden presentar diferentes tamaños.
¿Todas las razas de perros nacieron por acción del hombre?
No todas las razas nacieron debido a un deseo específico del hombre. El Lobo Checoslovaco es un ejemplo de ello: en los años 50 un par de criadores bohemios se dieron cuenta de que la nueva camada de su pastor alemán presentaba unas características particulares, muy «lobunas». Su perra se había apareado con un lobo, dando lugar a un hermoso mestizaje, fuerte y saludable. Así pues, no todas las razas de perros nacen en un laboratorio o por acción del hombre…a veces se dan lugar a cruces espontáneos, de los que el hombre se enamora, por lo que se continúa así dando vida a nuevos ejemplares.