Los dueños de mascotas lo saben: tener a su lado cada día a su animal de compañía es esencial para su bienestar. Ya sea un perro, un gato, un conejo, un hurón (¡o cualquier otro animal!), están ahí cada día y nos acompañan en lo bueno y lo malo. Los beneficios de tener un animal en tu vida diaria, no son una mera creencia, sino que están científicamente probados, tanto para tu salud moral como física. ¡Así que ha llegado el momento de dar las gracias a la gran comunidad de animales de compañía!
La ciencia reconoce su impacto positivo
Como amo, es innegable que su mascota es un verdadero activo. Su presencia continua y su alegría de vivir representan un apoyo infalible en el día a día.
Un estudio a gran escala realizado en 3,4 millones de personas en 2017 indicó que el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular se redujo en un 33 % en las personas que viven solas con un perro (en comparación con las personas que viven solas sin mascotas). Además, la esperanza de vida de los dueños de perros también aumentaría, independientemente de si las personas viven solas o no.
¿Cómo se pueden explicar estos beneficios?
Querer a su mascota no es suficiente… Todo se debe al hecho de que tener un perro significa sacarlo varias veces al día a pasear y, por lo tanto, hacer algo de ejercicio, socializar con gente, etc. Sacar a pasear a su mascota es, por lo tanto, esencial para el bienestar de su perro y, además, repercute en la salud de su humano. Esta actividad física diaria también ha demostrado su eficacia en la recuperación de enfermedades. Los dueños de perros se recuperan más rápido.
¿Qué más se puede pedir? ¿Salud mental quizás? Pues bien, los beneficios de nuestros queridos compañeros de cuatro patas no se limitan a nuestra condición física. No es de extrañar que las personas que viven con un animal sean menos propensas a padecer depresión. Y la cosa no se queda ahí. Nuestras neuronas también se benefician a largo plazo. En un estudio preliminar realizado por la Universidad de Michigan, se demostró que el deterioro cognitivo relacionado con el envejecimiento se ralentizó en las personas con mascotas. Pero atención, para que el deterioro cognitivo se ralentice, el ser humano debe haber compartido su vida con un animal durante al menos 5 años.
Pero, ¿cómo lo hacen nuestros animales?
Si los animales pudieran hablar, seguramente le dirían que no lo hacen a propósito. Y lejos de ser falsa modestia, no se trata de una cuestión de voluntad sino más bien de hormonas. En efecto, acariciar a su animal provocaría una cascada de reacciones biológicas tales como:
- el aumento de los niveles de endorfinas, la famosa «hormona del placer»;
- la liberación de oxitocina y de prolactina, dos hormonas implicadas en el apego social, y
- la disminución del cortisol, un marcador de estrés.
Guau, ¿todo esto? Me dirá usted. Bueno, esto no acaba aquí. Como saben, las hormonas tienen un papel de mensajero y actúan sobre el funcionamiento de nuestros órganos. Así pues, se ha constatado:
- una disminución del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares;
- una bajada de la presión arterial.
Sin saberlo, los animales son seres vivos con poderes fabulosos. Son más eficaces que los medicamentos y no tienen efectos secundarios, ¡salvo que crean una gran adicción! ¿Qué haríamos sin ellos?
Comprobar la salud de mi mascota
Ya que cuidan de nosotros, parece natural devolverles el favor. Una visita anual al veterinario permite garantizar un «control de 10 000», pero no siempre es suficiente.
De hecho, nuestros animales, mucho antes de vivir a nuestro lado, eran animales salvajes. Aunque parezca cosa del pasado, han heredado de sus antepasados la capacidad de enmascarar las enfermedades. ¿Por qué tienen esa facultad? Se trataba simplemente de una manera de no exponerse a los depredadores cuando se sentían más débiles.
Por desgracia, en la vida de una mascota lo mejor es poder mostrar a su compañero humano cuándo no van bien las cosas. Por esta razón, Kippy ha desarrollado un collar que no solo es un GPS, sino también un monitor de actividad. De este modo, podrá realizar un seguimiento de los gestos de su mascota gracias a la aplicación conectada al collar. Recoge datos y le informa del tiempo que ha pasado durmiendo, jugando, corriendo, el número de pasos dados, el número de calorías quemadas, etc. Se trata de una información esencial, que le permite controlar la salud de su perro o gato y, por lo tanto, estar atento al más mínimo cambio (a menudo signo de una enfermedad subyacente). Por ejemplo, un gato empieza a dormir mucho más de lo habitual, se mueve menos, come menos, etc. En pocas palabras, Kippy le ofrece la oportunidad de ser el amuleto de la suerte de su mascota, y lo llevará colgado del cuello.
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