Son numerosos los estudios que confirman los efectos beneficiosos de las mascotas en el hogar
Son beneficiosas para la salud y nos hacen felices: muchos estudios han demostrado que acariciar a una mascota o simplemente ver vídeos de animales nos proporciona bienestar y reequilibra diversas hormonas en el cuerpo, lo que favorece la felicidad y la relajación. Las mascotas nos mantienen en forma, son buenas para nuestra salud y son una fuente constante de alegría incluso en momentos difíciles: es gracias a la oxitocina, también conocida como la hormona del amor. ¿Cuál es la relación entre mascotas y oxitocina?
Oxitocina – qué es
Se le denomina frecuentemente como la «hormona del amor», ya que favorece las relaciones sociales y la formación de vínculos con otros. Hablamos de la oxitocina, un neurotransmisor que regula los comportamientos que median en las relaciones sociales, que alivia el estrés y da la sensación de formar parte de un grupo. Y diversos estudios recientes han demostrado que la oxitocina también influye en el comportamiento social de los perros, cuya sociabilidad con los humanos está causada por los polimorfismos de un gen que codifica el receptor de oxitocina. A modo de resumen: pasar tiempo con nuestro perro, rascándole la barriga, acariciándole las orejas, etc. haría aumentar los niveles de oxitocina en la sangre en ambos, lo que indica que es, para los dos, una experiencia positiva. La oxitocina juega un papel fundamental en la comunicación humana, el altruismo y la generosidad, así como en el control de habilidades sociales y trastornos mentales. Son numerosos los estudios que ya han demostrado que la oxitocina es crucial en los vínculos y relaciones humanas. Favorece igualmente que seamos extrovertidos y amables.
Y, recientemente, la ciencia también ha estudiado el rol de la oxitocina en el vínculo humano-perro. En realidad, ya era conocido que las interacciones entre humanos y perros conducían a la liberación de oxitocina en el flujo sanguíneo de ambas especies. Para comprender mejor el mecanismo de dicha respuesta hormonal recíproca, los investigadores realizaron varios experimentos y llegaron a ciertas conclusiones.
Exactamente como ocurre en una relación entre madre e hijo, que viene regulado por la oxitocina, los humanos, al interactuar con perros, experimentan una secreción (recíproca) de oxitocina inducida por la mirada. Cuanto más tiempo se mantiene el contacto ocular, más altos serán los niveles de oxitocina, tanto para el humano como para el perro. Esto favorece una sensación de bienestar para ambos. Dicha interacción hormonal también se conoce como ciclo positivo de oxitocina.
El estudio también confirma que la muy muy larga convivencia de perros y humanos habría marcado la diferencia en lo que respecta a la oxitocina. Ella habría hecho más estrecha la relación entre animal y dueño y establecido la relación entre madre e hijo.
Muchos otros estudios demuestran como poseer animales, y en particular perros, está vinculado con la presencia de numerosos beneficios psicológicos para sus dueños.
De acuerdo con un estudio sueco de 2014, los dueños de perros registraban por lo general un aumento en los niveles de oxitocina de un 6.6% al abrazar o acariciar a sus amigos de cuatro patas. El contacto con los perros también reduce el nivel de cortisol, que está a veces relacionada con la presencia de tensión,
Los picos de oxitocina son testimonio, no solo del amor de los humanos por los perros, sino también de lo contrario, ya que vemos que los niveles de oxitocina en perros suben un 57% mientras juegan con su dueño.