Cuando se habla de collares vía satélite para perros, el precio y la fiabilidad son los dos factores esenciales. A menudo, se trata de dispositivos que ofrecen muchísimas funciones adicionales, pero, al final, aquello que un amante de los animales desea para su compañero de aventuras es la posibilidad de tener controlados sus movimientos de manera segura con la mayor precisión posible.
Durante mucho tiempo, se han extendido muchísimo los collares vía satélite que, para funcionar, necesitan un ordenador de apoyo que pueda leer los datos que le llegan del dispositivo de localización y mostrarlos en el mapa para poder identificar ágilmente al perro. Son dispositivos empleados sobre todo en el ámbito de la caza en el que los perros tienen mucho espacio que recorrer y en los que, a menudo, hay más de un perro: sin una navegación por satélite para poder seguirlos sería muy difícil seguirlos solamente con la vista.
Cómo funciona el collar de navegación por satélite para perros
El collar y el ordenador emplean ondas de radio para comunicarse entre ellos y esto puede convertirse en un problema, ya que, para utilizar determinadas frecuencias, es necesario una autorización estatal específica; por consiguiente, será necesario comprar un dispositivo que respete específicamente la legislación italiana si no desea ser sancionado.
La presencia del ordenador y la cuestión de las frecuencias de radio hacen que el coste de estos dispositivos sea desorbitado en algunos modelos de alta gama, pues estos pueden alcanzar los mil euros. En cambio, la media está en algunos cientos de euros, pero igualmente está la nueva generación de dispositivos GPS que no necesitan el ordenador y transmiten sus datos a un servidor al que es posible acceder con un simple smartphone, tablet o PC.
La diferencia está en el software que, con métodos diferentes, permite desarrollar las funciones más importantes para un collar por navegación vía satélite, además de, obviamente, el seguimiento en tiempo real: desde el recinto virtual hasta la medición de la actividad física, todo se encuentra condensado en dispositivos que cuestan al usuario final alrededor de 50€ con la posibilidad de añadir servicios adicionales abonados a su gusto. Los protocolos de comunicación son los estándar, GPS, bluetooth, wifi y la comunicación con el servidor se producen mediante el servicio telefónico GSM o 2G; de este modo, las tecnologías empleadas están verificadas y son fiables, por lo que no conllevan sorpresas a nivel legislativo.