Un collar de protección antipérdida puede marcar toda la diferencia del mundo cuando nos encontramos en la desagradable situación de haber perdido a nuestro querido compañero de cuatro patas. Por desgracia, estas situaciones se producen con mucha frecuencia y por los motivos más diversos: hay algo o alguien a quien perseguir, los ruidos fuertes (como los fuegos artificiales) pueden asustarles y confundirles, etc. Basta con una pequeña distracción para darse cuenta de que esto no se puede evitar del todo: las correas, mantenerlos dentro de casa no siempre es factible y no siempre es suficiente. Por eso, un collar de protección antipérdida se convierte en la solución adecuada para contentar a todos: el perro es libre de moverse por el jardín y hasta cierto punto también por los espacios abiertos, pero como propietarios estamos mucho más tranquilos de que, aunque se escape de nuestra vista, será fácilmente localizado gracias al collar de protección antipérdida.
Cómo funciona el collar de protección antipérdida
El sistema de funcionamiento de estos collares varía según el modelo y las necesidades: algunos utilizan etiquetas con tecnología bluetooth y wifi que, aunque son baratas y prácticas, tienen la gran limitación de tener un alcance limitado y, por tanto, se vuelven completamente inútiles si el perro se encuentra a varias decenas de metros.
El collar antipérdida ideal es el collar GPS, es decir, un dispositivo capaz de aprovechar la localización por satélite para calcular las coordenadas en las que se encuentra el perro y comunicarlas al usuario a distancia. Esta tecnología ha evolucionado con el tiempo y se ha vuelto cada vez más sencilla de utilizar y obtener. Los costes son ahora muy bajos y, una vez colocado el collar antipérdida en el perro, basta con seguir sus movimientos en la aplicación desarrollada por los fabricantes, normalmente tanto para Android como para iOS.
En comparación con las etiquetas, no tenemos problemas de alcance, las siglas GPS significan Sistema de Posicionamiento Global, por lo que es una tecnología que cubre todo el planeta con su red de satélites. La comunicación entre el collar antipérdida y nuestro smartphone se realiza a través de la línea telefónica GSM, utilizando también diferentes operadores para que siempre tengamos un seguimiento en directo de nuestro amigo de cuatro patas.