Hoy en día, los bajos precios de un collar GPS para perros y la amplia gama de servicios incluidos hacen muy atractiva la compra de estos dispositivos. Su función esencial ha sido siempre la de localizar a su perro durante las actividades al aire libre o, en general, en todas las situaciones en las que existe un riesgo potencial o actual de perderlo de vista.
Hay dispositivos muy caros que llegan a costar cifras de más de tres ceros y que son muy populares en contextos específicos en los que el perro se aleja, incluso varios metros, en entornos no urbanos, en los que no es fácil tener puntos de referencia y, por tanto, es necesario tener una comunicación directa entre el dispositivo que transmite la señal y el que la recibe sin tener que depender de las compañías telefónicas o de los proveedores de conexión a Internet. El inconveniente de estas soluciones, además del precio, es el limitado alcance de estos dispositivos, que pueden ser menos eficaces en otros contextos. Si el perro se aleja demasiado de casa o incluso si lo secuestran, el collar se vuelve completamente inútil una vez que está fuera de su alcance.
Dispositivos GPS como funcionan
Si se
pierde un poco de precisión y estabilidad en la comunicación, se puede recurrir
a dispositivos que tienen una cobertura GPS completa, o mejor dicho, global
(GPS significa Sistema de Posicionamiento Global), y que tienen una ventaja
indudable para un collar GPS para perros: su precio competitivo en el
mercado, lo sitúa muy por debajo de los 100 euros. Este tipo de rastreador no utiliza un terminal de mano, sino nuestro propio smartphone: una vez que el collar ha calculado la posición, la comunica, junto con el resto de la información que es capaz de recoger, a un servidor a través de la línea telefónica digital GSM. En este momento, basta con utilizar una app en nuestro teléfono móvil o acceder a una web específica desde nuestro PC para ver nuestra posición y todo lo demás.
Para un collar con GPS para perros, los precios también dependen de la cantidad de servicios adicionales que se ofrezcan. Además del GPS, puede haber otros sensores y componentes capaces de detectar una serie de información que será enviada y procesada por el software que interactúa con estos dispositivos para tener un seguimiento completo de las actividades del perro y, en algunos casos, incluso sugerencias dirigidas para educar a nuestro amigo de cuatro patas de la mejor manera posible.