Cuando decidimos acoger en nuestra familia a un pequeño peludo, son muchas las cosas que debemos tener en cuenta. Sobre todo, de pequeño, necesitará mucho tiempo y atención. Esto es lo que debemos saber antes de acoger a un perro.
Preparar la casa para la llegada de un cachorro
Debemos armarnos de mucha paciencia si el recién llegado es un cachorro. ¿Hecho? Entonces podemos continuar. Sin duda, nuestro nuevo peludo amigo es una fuente de alegría y entusiasmo, pero son muchas las cosas que debemos saber. En primer lugar, debemos preparar la cosa como si fuera a llegar un niño: debemos retirar objetos peligrosos, detergentes, cables, etc. ¡El cachorro estará encantado de hacer travesuras! Una vez que hayamos hecho de la casa un entorno seguro, debemos elegir dónde colocar su caseta, donde le encantará descansar, jugar y relajarse. Existen varios tipos y tamaños en el mercado, podemos elegir el modelo que prefiramos, pero debemos prestar siempre atención al tamaño del perro ya que crecerá rápidamente. Probablemente, durante las primeras noches, querrá dormir con nosotros, pero no debemos ceder, cada uno debe tener su propio espacio. Debemos tener siempre a disposición un cacharro con agua fresca, mientras que el del pienso lo debemos utilizar solo a la hora de comer. El pequeño tendrá que acostumbrarse al nuevo entorno y también a hacer sus necesidades donde corresponda. Podemos empezar con las toallitas de entrenamiento para enseñarlo a hacer sus necesidades. A diferencia de los perros adultos, los cachorros no tienen una rutina establecida. Con los primeros paseos es cuándo empezará a tomar una rutina. Debemos recordar que un perro es para siempre, por lo que es algo que debemos considerar detenidamente antes de tomar la decisión de acoger a uno en nuestro hogar.
Normas de convivencia
Como ya hemos dicho, un cachorro es, en muchos aspectos, exactamente como un niño. Le encantará jugar, dormir y curiosear por doquier. ¡Nada fuera de lo común! No obstante, lo ideal es que desde pequeño aprenda a respetar las normas de la casa. Todos los miembros de la familia deben adoptar las mismas normas para acostumbrar al pequeño a lo que está bien y lo que no. Sabemos que a veces es difícil resistirse a sus lindos morritos. Sin embargo, el cachorro va a crecer y se va a convertir en un perro adulto. Una educación adecuada hará que sea un perro educado, obediente y sociable. En especial, si se trata de un perro grande, es importante que establezcamos de inmediato una relación de confianza y obediencia. También podemos recurrir a un experto que nos ayudará a abordar las primeras reglas para un buen adiestramiento. Debemos acostumbrar al cachorro a pasear con frecuencia, momento en el que aprenderá a hacer caso a nuestra voz y a nuestras órdenes. Los horarios, las normas y los buenos modales hará que nuestra mascota sea el perfecto amigo.