Quién tenga un gato lo sabe bien: ensalada sí, ¡pero sin pepino! Puede parecer ridículo, y quizás lo sea un poco, pero nuestros felinos realmente tienen miedo de los pepinos. ¿Por qué? Aquí encontraremos toda la información acerca de por qué los gatos tienen miedo de los pepinos.
Gatos y pepinos: ¿por qué tienen miedo?
Audaces, valientes, ágiles y desafiantes ante el peligro, los gatos pueden enfrentarse a cualquier obstáculo y adversario, ¡pero no dejes que vean un pepino! ¿Alguna vez has intentado enseñarle un pepino a un gato? De seguro que van a salir corriendo. Pero, ¿por qué? Lo mismo ocurre si encuentran un pepino en un algún sitio: cerca de su cacharro, en su caseta, encima de su poste o en la caja de arena. La explicación es bastante simple: el gato tiene miedo del efecto sorpresa. De hecho, los gatos nunca esperarían encontrar un pepino cerca de su cacharro, el lugar tranquilo donde come y que él considera como un lugar seguro. Puede que nosotros también reaccionáramos de la misma manera si, por ejemplo, abriéramos un cajón y nos encontráramos dentro un inquietante insecto negro y peludo. ¿Qué dices?
Otra versión de por qué los gatos tienen miedo de los pepinos es porque pueden asociarse con la figura de la serpiente, que siempre ha sido su enemigo natural. Evidentemente, pasaría lo mismo con un calabacín o algo con una forma similar. Al gato no le gustan las sorpresas y cualquier objeto extraño en el lugar equivocado lo hará poner pies en polvorosa. La presencia de un pepino provoca en el felino una reacción de miedo, se le eriza la cola y pega un bote hacia atrás. Reacción de defensa y escape. Como hemos mencionado anteriormente, esto también sucede en la naturaleza. Si el gato está acostumbrado a holgazanear en nuestro jardín y de repente una serpiente sale de un seto, su reacción será la misma. Amantes por naturaleza de la aventura, los gatos están sin embargo acostumbrados a su rutina: olores, sonidos, objetos… todo debe estar bajo control.
¿A qué le temen los gatos?
Por tanto, los felinos no le temen al pepino en sí, temen a todo lo inesperado. Este comportamiento recuerda un poco a lo que es el miedo al depredador. El rechazo que experimentan al ver un pepino realmente se puede comparar con lo que sentirían al ver una serpiente. Tengamos en cuenta que puede parecer divertido molestarlo y asustarlo, pero no debemos pasarnos. El susto puede causarle mucho estrés y alterarlo no es bueno para su salud. Así que debemos elegir juegos con los que pueda disfrutar. ¡Los pepinos deben estar bien guardados en el frigorífico!