Los parásitos del perro: una auténtica pesadilla. Todo dueño lo sabe bien: cepillar, acicalar y revisar visualmente el pelaje de tu amigo de cuatro patas es una rutina saludable para que nuestro perro no sea víctima de un ataque de parásitos. En particular, con la llegada del otoño y la estación más fría, los ataques de un parásito concreto son ciertamente más frecuentes: estamos hablando de las garrapatas.
De hecho, ahora mismo que la temperatura empieza a bajar, podemos permitirnos caminar más en los parques, o en el campo, sin que nuestro amigo de cuatro patas sufra excesivamente por el calor. Pero … el peligro siempre está al acecho: basta con que nuestro perro entre en contacto con estos parásitos a través de una zona infestada, como hierba espesa, y ya tiene encima la garrapata. ¿Cómo notarlo? El perro con garrapatas presenta síntomas muy específicos: picor localizado y persistente, caída del cabello, hinchazón y, en ocasiones, pequeñas infecciones rojizas.
La garrapata: ¿Qué es y cómo ataca?
¿Cómo son las garrapatas de los perros? A primera vista, parecen pequeñas bolas blancas. De hecho, la garrapata del perro, que prolifera cuando la temporada se vuelve más húmeda – pertenece a los arácnidos, un pariente lejano de la araña-, tiene un aparato bucal importante, similar a anzuelos y ataca la piel del perro, hiriéndola. Con esta especie de anzuelos, la garrapata chupa la sangre, se hincha, se nutre y se convierte así en una bola blanca cada vez más grande. Las consecuencias de las garrapatas son imaginables: infecciones cutáneas y sanguíneas.
¿Cómo quitar las garrapatas a los perros?
Premisa: un buen antiparasitario puede marcar la diferencia, protegiendo a tu amigo de cuatro patas de los peligros de cualquier parásito. Sin embargo, si la garrapata ya está ahí, hay que retirarla de inmediato: bastará con despegarla del pelaje de tu perro, sin productos químicos ni detergentes agresivos. Pero ojo: mejor usar guantes, para evitar que se propague cualquier infección, asegurándote de haber eliminado por completo los restos de la boca de la garrapata, que, al quedar pegada en la piel, podría dar lugar a una inflamación muy dolorosa.
El mejor método, probablemente, para eliminar las garrapatas de los perros es rociar al insecto con una grasa, como mantequilla o margarina. Si su posición es cercana al hocico del perro, podemos taparlo con una gasa: la garrapata, chupando la grasa, se hinchará, hasta que ya no se adhiera a la piel, y se desprenderá, sin correr el riesgo de dejar pequeños fragmento en la piel de tu mascota.
¿Atacan las garrapatas al hombre? Una duda existencial
Generalmente no: las garrapatas que atacan a los perros, con el nombre científico de Rhipicephalus sanguineus, se concentran casi exclusivamente en los cánidos, y en otros mamíferos, como las vacas, por ejemplo, causando la llamada «enfermedad de Lyme», que es peligrosa para el perro, pero inofensivo para los humanos. En cualquier caso, siempre es recomendable proteger a tu mejor amigo de los ataques de este parásito realmente resistente para que no infeste la caseta ni el hogar.
Anti-garrapatas para perros: ¿Los mejores métodos?
Collar, spray, gotas para dosificar sobre la piel del animal, y en sus lugares favoritos, como la caseta y nuestra casa: los métodos anti-garrapatas más comunes pueden proteger a nuestros mejores amigos hasta 3 semanas, para disfrutar de paseos y picnics en total seguridad.
¿A tu perro también le gusta escaparse de casa de vez en cuando? Y sabes, sin tu control, el ataque de garrapatas puede ser aún mayor. Por esta razón, revisarlo cuidadosamente cada vez que regrese de sus fugas puede ser una excelente manera de evitar consecuencias desagradables. Y, si quieres saber de qué lugares regresa tu perro en compañía de pulgas, garrapatas y moscas de la arena, puedes remediarlo con un buen collar GPS para perros: Kippy cuenta con un sistema de rastreo con GPS y Monitor de Actividad que te permitirá controlar a tu perro en cada movimiento; porque amarlo significa protegerlo, incluso donde tus ojos no llegan.