La cantidad de agua que debe beber un perro depende de muchos factores, incluida la edad, su estado fisiológico (por ej. Gestación), el nivel de actividad física, el tipo y la cantidad de comida y las condiciones ambientales.
¿Cuánta agua al día debe beber un perro?
Según una fórmula general, el requerimiento medio diario de agua en los perros es de 50 a 60 ml por kg de peso corporal. Esto significa, en otras palabras, que un perro adulto de 10 kg necesita al menos 500-600 ml de agua al día para equilibrar la pérdida de líquidos.
Es muy importante asegurarse de que su perro reciba la cantidad correcta de agua durante todo el día, ya que no satisfacer sus necesidades de agua puede provocar deshidratación, debilidad y aumento de la temperatura corporal.
Mi perro bebe poco: ¿es normal?
Sí, puede ser algo normal. Veamos por qué.
Durante el día, el perro no solo bebe el agua que se le ofrece en el cuenco, sino que también la toma a través de la comida. Sin embargo, la cantidad de líquido que obtiene directamente de los alimentos depende del tipo de alimento. El alimento seco para perros generalmente contiene de 8 a 10% de humedad, en comparación con el 75% o más que contiene el alimento húmedo.
Con una lata de unos 212 gramos de comida húmeda al día, un perro toma unos 636 ml de agua y esta cantidad, junto con los líquidos derivados del metabolismo normal, puede satisfacer sus necesidades mínimas diarias de agua.
Por lo tanto, un perro que no bebe, pero que come principalmente latas, puede ser absolutamente normal.
Sin embargo, de la misma cantidad de pienso para perros, un perro recibiría solo 21 ml de agua, lo que parece completamente insuficiente para satisfacer sus necesidades diarias mínimas. Por esta razón, se cree convencionalmente que un perro alimentado solo con alimento seco necesita tres veces más agua en comparación con un perro con una dieta húmeda.
La cantidad de agua necesaria aumenta con el ejercicio y cuando hace calor
Esto se debe a que las pérdidas de líquidos, por ejemplo, por evaporación y respiración, son mayores. En consecuencia, un perro particularmente sedentario bebe poco, especialmente si la temperatura ambiente no es muy alta.
El perro que no bebe: la correcta gestión del recurso hídrico
Hay varias razones por las que un perro no bebe.
En ocasiones, el rechazo del agua puede depender de una gestión inadecuada del recurso por parte del propietario. Por ejemplo, un perro puede beber poco simplemente porque no se le proporciona la cantidad adecuada de agua limpia y fresca. El agua debe cambiarse al menos una vez al día y debe estar disponible en lugares de fácil acceso para el animal. En verano, cuando hace calor, es necesario cambiarla con más frecuencia, incluso cada dos horas.
En otras ocasiones, es posible que al perro no le guste el tipo de cuenco. De hecho, existen cuencos de diversos materiales en el mercado, desde cerámica hasta acero inoxidable. El recipiente de metal mantiene el agua más fría. Es muy importante comprobar si su perro tiene una preferencia particular por uno de éstos y, si es así, complacerlo.
¿Cuándo puede ser ésto un problema?
Puede suceder que el perro no beba porque tiene un problema de conducta.
Puede, por ejemplo, haber desarrollado una aversión al agua después de asociaciones con estímulos temerosos mientras bebía, como un ruido fuerte y repentino o la agresión de otro animal. En situaciones en las que conviven varios animales, de hecho, los problemas sociales o la competencia por los recursos pueden inhibir el acercamiento al cuenco. En estos casos, sin duda, puede ser útil proporcionar más cuencos, ubicados en diferentes puntos de la casa.
¿Qué pasa si mi perro ni bebe ni come?
La falta de agua puede deberse a una sensación alterada de sed. Esta alteración se conoce como adipsia y puede ser causada por una enfermedad congénita, típica de la raza Schnauzer miniatura, o por lesiones cerebrales secundarias ligadas a traumatismos, inflamaciones o malformaciones. Normalmente, un animal con adipsia presenta varios síntomas. Por ejemplo, el perro ni come ni bebe, está como en letargo, débil, desorientado y puede acabar teniendo convulsiones.
Si un perro no come ni bebe, puede deshidratarse después de 24 horas. Por ello, es muy importante animar a un perro que no se encuentra bien, y por tanto ni bebe ni come, a que beba agua. En tales circunstancias, y siempre bajo consejo del veterinario, puede ser útil agregar sustancias apetitosas al agua, que animen al animal a beber.
Federica Pirrone, Mariangela Albertini, Patrizia Piotti, investigadores de la Universidad Veterinaria de Milán, Italia (UNIMI)